

En el proyecto de Beatriz Herranz destaca su búsqueda por entregar una verdejo pura y compleja. Este blanco fermentado en barrica forma parte de la trilogía denominada Parajes del Infierno y nace precisamente bajo la premisa de mostrar el potencial de las tres variedades autóctonas de la región (Palomino, Viura y Verdejo, esta último la base de La Sillería). Un loable proyecto de viticultura ecológica que además mantiene vivo el escaso material vitícola de unas viñas prácticamente olvidadas de Alcazarén.
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En el proyecto de Beatriz Herranz destaca su búsqueda por entregar una verdejo pura y compleja. Este blanco fermentado en barrica forma parte de la trilogía denominada Parajes del Infierno y nace precisamente bajo la premisa de mostrar el potencial de las tres variedades autóctonas de la región (Palomino, Viura y Verdejo, esta último la base de La Sillería). Un loable proyecto de viticultura ecológica que además mantiene vivo el escaso material vitícola de unas viñas prácticamente olvidadas de Alcazarén.