Batic Rosé, 2017

Batič Rosé 2020 es un vino concentrado con un bouquet de frutas rojas, notas herbáceas y toques mentolados. En boca es ligero, fresco y mineral. Un rosado bien estructurado con una agradable acidez y una redondez pronunciada. El final es largo con un retrogusto duradero, elegante y profundo de fruta y toques almendrados.

Antitecnológico declarado, Ivan Batic guarda intacta la finca vitícola cuyos orígenes se remontan a los monjes que la labraban hace ya más de 400 años en el Valle de Vipava (Eslovenia). Es tanta la fe que tiene en el curso natural de la viña y en la relación con él que incluso, cuando su hijo Miha le dijo que quería continuar su trayectoria vitivinícola, Ivan le prohibió cursar en la escuela de enología por miedo a que le influenciaran con preceptos demasiado técnicos. Tal y como él mismo dice prefiere que se vean más “como recolectores expertos que como enólogos torpes”. Así la familia Batič elabora vinos biodinámicos con escasa intervención que reflejan honestamente la tierra y la vendimia y que son alabados en el mundo entero.

Entre sus elaboraciones, Batič Rosé es uno de los rosados más notorios de Eslovenia. Un vino que procede de cepas viejas de cabernet sauvignon plantadas sobre suelos de margas y arcilla. Se practica una agricultura totalmente orgánica con tratamientos biodinámicos certificados por Demeter en armonía con la naturaleza y las fases lunares. El rendimiento es de solo 40 hectolitros por hectárea y los Batic solo utilizan las mejores y más maduras uvas. Se vendimian a mano, se trituran y se maceran brevemente en bodega. La fermentación se realiza de forma espontánea con levaduras autóctonas en depósitos de acero inoxidable. Una elaboración tradicional de forma seca con solo un toque de azúcar residual. Finalmente se embotella sin clarificar, sin filtrar y sin añadir sulfitos.

Si es verdad que Batič Rosé salió al mercado por primera vez en 1987, durante todo este tiempo no ha dejado de recibir alabanzas. Será por el marco incomparable del Valle de Vipava, por la conexión profunda que los Batic tienen con la naturaleza, o por la unión de ambos, pero lo cierto es que se trata de uno de los rosados ​​más notorios de Eslovenia.